Cómo evitar que me etiqueten sin permiso en Facebook

Hay algo que a muchos nos ha pasado: abrir Facebook y descubrir que alguien nos etiquetó sin preguntarnos. A veces es una foto en la que salimos mal, otras es algo demasiado personal, o incluso cosas que ni queremos asociar a nuestro nombre.

La verdad es que no siempre es mala intención. Mucha gente etiqueta para incluirte o compartir algo contigo. Pero eso no significa que tengas que aceptarlo siempre.

Si quieres tener un poco más de control sobre estas situaciones, aquí te dejo cómo lo hago yo, de forma sencilla y sin complicaciones.

Toma el control de las etiquetas

Lo más importante es decidir qué aparece en tu perfil. A nadie le gusta ser sorprendido con una foto rara que todos pueden ver.

Facebook te deja revisar antes de aceptar. Cuando activas esa opción, nada aparece en tu muro hasta que tú digas que sí. Para mí, es la mejor forma de evitar disgustos.

Es simple: te llega la notificación, miras la foto o publicación, y decides si la apruebas. Si te gusta, la aceptas. Si no, ahí queda.

Ajusta quién puede etiquetarte

Otra cosa que me gusta es limitar quién tiene permiso para etiquetarme. No todo el mundo tiene por qué poder hacerlo.

Podés elegir que solo tus amigos puedan etiquetarte, o incluso reducirlo más si quieres. Esto filtra un montón de etiquetas innecesarias de gente que apenas conoces.

Yo lo tengo así: solo amigos, para evitar sorpresas de contactos lejanos o spam.

Decide quién ve esas publicaciones

No todo es controlar quién te etiqueta, también está quién ve eso en tu perfil.

Hay veces que está bien dejar la etiqueta, pero no quieres que la vean todos. Por ejemplo, algo divertido con amigos que no querés que vea el trabajo o ciertos familiares.

Por suerte, podés elegir la audiencia. Desde “Solo yo” hasta listas personalizadas. Así mantenés el control sin tener que rechazar todo.

Limpia las etiquetas viejas

Algo que me pasó es que, antes de configurar esto, ya tenía un montón de etiquetas que ni recordaba. Fotos de salidas, eventos viejos, cosas que hoy preferiría no tener tan visibles.

Me tomé un rato para entrar a Fotos en las que apareces y fui quitando las que no quería. Te juro que fue liberador.

Hablalo con tu gente

Por último, algo que vale oro: decirlo directamente.

A veces la gente no se da cuenta que etiquetarte en todo puede incomodar. Si tenés amigos que suelen hacerlo sin preguntar, podés explicárselo. Un “che, prefiero que me avises antes de etiquetarme” suele bastar.

La mayoría no lo hace con mala intención. Solo falta aclararlo.

Al final, es tu espacio

Facebook es tuyo. Es tu forma de compartir con quien quieras, a tu manera.

No hay nada de malo en poner un límite o en decidir qué querés mostrar y qué no.

No es ser complicado ni antisocial. Es solo cuidar tu privacidad y tu comodidad.

Tomarse un rato para ajustar estas opciones te evita muchos momentos incómodos y te deja usar la red con más confianza.

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